lunes, 19 de septiembre de 2011

Mi homenaje a Zelda...con un par de huevos.

Mucha gente tiene a OOT como el súmmum de los juegos de rol. Buscando por el internés, me he dado cuenta de que nadie, repito, nadie, se ha atrevido a hacer una equilibrada valoración negativa de Ocarina of Time. ¿Por qué? Pues porque no se puede, señores. El juego es demasiado bueno.

Pues ya está bien. Zelda cumple 25 años y ya va siendo hora de bajar a OoT del pedestal en el que ha sido encumbrado durante demasiado tiempo, y ésa va a ser mi intención en este post. ¿Y sabéis por qué lo hago? Por tocar las bowlings, efectivamente ^^. Disfrutadlo, porque viene en tres partes.

Ocarina of Time es un juego que se hizo esperar mucho tiempo, ya que salió con muchísimo retraso. Usa el motor gráfico de Super Mario 64, aunque sustancialmente modificado (Lo que es un alivio, no me terminaba a mí de hacer gracia la idea de ver a Link saltando y rebotando por ahí), con una grandiosa banda sonora en la que el tema de Zelda clásico luce...un segundo...luce por su ausencia.

En fin, la historia va sobre un niño que ha estado toda su vida marginado por no tener un hada coñazo (HEY! LISTEN!), y por estar hecho de más polígonos que el resto. En serio, paraos a ver los PNJs. Estoy seguro de que los desarrolladores no tenían ganas de programar el día que los hicieron, y así les quedaron, y dijeron: “Bueno, si total, pa un rato que duran....”

Como iba diciendo, a ese niño lo convoca un árbol gigante, para lo que le exigen que robe una espada y compre un escudo con dinero que se encuentra por ahí tirado. ¿A quién se le ocurre ir dejando gemas gigantes por el suelo? En fin, es sumamente guay el hecho de que tengan un sitio de piedras rodantes en un bosque lleno de niños. ¿Será para suicidarse cuando se den cuenta de lo inútiles que son sus existencias? Porque la verdad es que el sitio en cuestión sólo hay que visitarlo una vez, para conseguir la espada.

Sigamos, entramos en el árbol, que, como si de la TARDIS de Doctor Who se tratase, es mucho más grande por dentro, aparte de tener habitaciones, escaleras, mucha gente dentro, y barrotes de metal, lo que nos sugiere que el árbol es...lo habéis adivinado. El gran árbol Deku es la sucursal de IKEA de Hyrule.

Tras salir victoriosos, nos enteramos de que todo ha sido para nada. El Árbol se muere igual y los bichos siguen pululando dentro igual, así que nos da la Esmeralda Kokiri y se muere.

Opinión personal: ¿No podrías habernos dado la Esmeralda directamente? Si al final ha sido EXACTAMENTE lo mismo...

Salimos de ahí para ir al Castillo de Hyrule, no sin que una Saria ninja nos entregue una Ocarina mágica sin ninguna canción ni ningún poder, lo que la hace un cacharro inservible. Aunque para tocar la canción de Los Simpsons mola.

Es así:

C-Abajo, C-Derecha, C-Izquierda, C-Arriba, Analógico abajo + C-Arriba, Analógico abajo + C-Izquierda, C-Abajo, A, [Z + Analógico abajo + A] tres veces, Analógico abajo + A.

En fin, corre que te corre pal castillo. Si no llegas, sólo tienes que matar unos niños resucitados en esqueletos con cráneos de bicho toda la noche. Allí llegas y, tras sortear a unos guardias completamente sordos, imbéciles y que no saben girar el cuello, te das cuenta de que tienes que despertar a Mario, así que, si no lo has hecho, vuelves, recoges un huevo (Que eclosiona al amanecer porque, Link, admitámoslo, eres un calentorro), y vuelves a atravesar a los guardias sordos, imbéciles y de cuello fijo. Despiertas a Mario y atraviesas a más guardias sordos, imbéciles, de cuello fijo y encima, por si no lo he dicho, cegatos. Joder con las fuerzas que defienden a la familia real, macho...

Una vez encuentres a Zelda y veas al malo maloso (Que en siete años no cambia el jodío, cuántos liftings tiene que tener hechos), sales gracias a la asistente ninja de Zelda, Impa, que te enseña una canción relacionada con la familia real que además tiene el poder de restaurar carteles cortados. ¿A que mola?

En fin, sales cagando leches para un volcán activo, no sin antes pasar por Villa Kakariko y que Navi te haga ir de vuelta al bosque, (para que te pierdas y te conviertas en un Skull Kid, ¿Verdad, so furcia?) donde debes aprender otra canción para la Ocarina.

Hecho eso, te adentras en el volcán, donde te dan un brazalete para ser capaz de coger bombas del santo suelo y te mandan derechos a una cueva llena de monstruos. Tiene gracia ver cómo la gente insiste en mandarte repetidamente a una muerte segura. Una vez los destroces a todos y mates a un bicharraco gigante haciéndole tragar bombas (y luego dándole espadazos, qué pasa, el daño interno causado por bombas explotándote en la garganta y el estómago no es suficiente, o qué) te darán el Rubí Goron y querrán hacer cosas de adulto contigo, por lo que huyes hacia la cima del volcán, donde te espera un hada maciza y zorrupia que te echará un conjuro (Aunque otra cosa te quiere echar ella) para poder hacer magia.

Nota: Matar a los bichos de la Caverna Dodongo no sirve para absolutamente nada. Seguirán allí cuando vuelvas a entrar.

En fin, de nuevo cagando leches a un río, a ser un poco como Antonio Recio y encargarte del pescado, que está más vivo, fresco y antropomorfizado que nunca. Literalmente. Tras hablar con lo que creo es una mezcla entre Julián Muñoz y un pez globo (Lo siento por los defensores de los animales), te manda al rescate de su marimacho hija, que se la ha tragado un pez gigante al que veneran (Tiene lógica, los humanos veneran a dioses antropomórficos, los peces a dioses peces...)

Obviamente este pez también es más grande por dentro. Y más feo, lo que ya es difícil.

¿A que no adivináis lo que hay que hacer? Pues sí, matar a todo bicho viviente que te encuentres dentro mientras llevas a una princesa mimada de paquete. Variedad a tope, vaya. Después de que te den el Zafiro Zora (Parece un nombre de superhéroe), y ver que Link acaba de cometer la cagada de su vida (Ya veréis a qué me refiero cuando la Princesa Ruto os cuente qué significa dar el Zafiro).

Triunfante, Link vuelve a la Ciudadela de Hyrule para recuperar un objeto mágico todopoderoso, sólo para encontrarse conque Zelda sale a toda velocidad junto con Impa, y Ganondorf, que no debe ver de frente, las persigue. Pero no todo está perdido, porque Zelda ha tirado al agua una Ocarina mejor que la tuya (Por ser grande y azul), y así Link tiene una visión bajo el agua sin que le pase absolutamente nada, y con ello va y abre solito un templo que nunca jamás debería abrirse, para recoger algo que nunca jamás debería recogerse y cagarla como nunca jamás debería haberse cagado.

GILIPOLLAS.

Un sello indestructible que el malo no podía abrir de ninguna manera en el mundo, y coges y lo abres. Muy bien, chatín, muy bien...

Próximamente, parte 2: La llegada del Héroe del Tiempo (a falta de otro) y la adquisición de ropa gratis.

2 comentarios:

  1. Señor Haukka la palabra magnífico se queda corta para este reportaje.

    ResponderEliminar
  2. Una obra maestra ese juego y lo ke me he podido reir una entrada genial.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.