jueves, 21 de abril de 2011

Dale fuego a un hombre y estará caliente un día, pero préndele fuego y estará caliente el resto de su vida

Hoy me toca currarme una entrada. Luiti quería una sobre Resident Evil 3.6, pero como a mí no me da la gana de hablar de algo de buena calidad cuando puedo hacerlo de algo de EXTREMA calidad, pues no irá de eso. Irá sobre un dispositivo muy curioso que, desgraciadamente, no se conoció fuera de Japón, pero que quizá cierre la boca a todos aquellos que se quejen de que nunca hay nada bueno en televisión.
El cacharro en cuestión se llama SatellaView. El SatellaView era un dispositivo que se conectaba a la Super Famicom (La que aquí conocimos como Super Nintendo), junto con un cartucho que hacía las veces de sistema operativo y dentro de ese cartucho, uno de memoria para almacenar cosas.
Y os preguntaréis, ¿Qué hacía eso? Pues muy bien, paso a explicároslo, pero antes permitidme que os quite una idea errónea que seguramente tengáis.
Los cables de antena típicos que conocemos, los coaxiales, comúnmente pensamos que son unos cables de transmisión de datos unilaterales, es decir, que sirven sólo para traernos la señal de TV que vemos o transmitir de un extremo A a un extremo B, pero no los dos a la vez. Pues bien, eso no es así. En realidad son bilaterales, sencillamente en España se usan de modo unilateral. Con esa idea en la mente, volvemos a SatellaView.
SatellaView recibía señales del satélite por medio de un cable de antena (sí, sí) que pasaba por un decodificador marca St. GIGA y enviaba lo que fuese necesario. Podemos pensar en él como en un módem por satélite (En los años 90 y en hogares japoneses, ¿A que mola?) que recibía diariamente y según el intervalo horario, como si de una TV normal se tratase, distintos tipos de datos.
Vale, quizá sea mejor que os lo explique de un modo práctico. El SO de SatellaView, también conocido como BS-X (Broadcast SatellaView X) era una especie de juego donde el usuario introducía su nombre, elegía su avatar en función de su género y paseaba alegremente por una ciudad en la que cada edificio servía para una de las funciones del SatellaView. El cartucho se llamaba BS-X : Sore wa namae o nusumareta machi no monogatari, que se traduciría más o menos por BS-X : La historia del pueblo cuyo nombre ha sido robado. No tiene modo historia, sólo sirve de interfaz entre el bicho y el usuario. Paso a listaros las opciones más "comunes" del aparato antes de centrarme en la que a mí me gusta.
Durante la transmisión, el cacharro recibía juegos propios, remakes de juegos de NES, juegos de SNES ya lanzados para almacenarlos en alguno de los cartuchos de memoria que el usuario tuviese, la capacidad de leer revistas online (Como la Nintendo Power en su día), contenido adicional para juegos, trucos, canal de radio, ¡E incluso un poco de vídeo! Era sumamente impresionante, y todo por satélite.
Sin embargo, lo que hará que no se nos vaya de los corazones de los amantes de lo retro, son los juegos VoiceLink o SoundLink. Estos juegos se jugaban en un horario de transmisión predeterminado (Indicándote en una esquina la hora, para que no olvidases que a cierta hora la transmisión se cortaría) porque venían acompañados por locuciones. Sí señor. Imaginad un Zelda en el que los diálogos no se lean, sino que se escuchen doblados por actores japoneses. Ahora no os imaginéis un Zelda...sino cuatro. Porque cuatro fueron los que se emitieron, pertenecientes a la misma historia, la de A Link to the Past. La imagen que os dejo aquí es una comparación entre el juego SoundLink (Arriba) y el juego en cartucho (Abajo). Lo impresionante del tema es que, aunque no lo veáis, hay un pequeño reloj debajo de los corazones en las imágenes de arriba que dice Zelda Time. Es el reloj del que os hablaba. Y no sólo Zelda, sino un buen número de títulos fueron lanzados. ¿A que os gustaría verlo? Ésa era la magia de SatellaView. Por cierto, la historia de tres de esos Zeldas si la memoria no me falla no gira en torno a Link...¡Sino al usuario! Sí, se jugaba con el avatar del usuario y su nombre, ahí, dándolo todo, como un héroe del destino. Para los que ahora se vanaglorian de que su juego en red es mejor...Zas, en toda la boca. No era gratuito, desde luego, pero era la leche. Imaginad tener varios cartuchos de memoria, cada uno con juegos y cosas diferentes (en 8 MB, aunque no me creáis, caben muchas cosas), que a día de hoy son oro puro para la emulación.
Y cierro este post hablando de emulación, no por nada, sino porque está consiguiendo traernos de vuelta algunos juegos de SatellaView mostrando como texto lo que el locutor decía y dejando a Link como el héroe, os guste o no. porque las emisiones cesaron en el año 2000. Ah, y por si no era evidente, toda la emisión era digital. Pa que aprendamos.
Chas gracias por aguantarme, muchach@s.

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