El
Oscuro Pasajero
Una presentación sería, comentar mi nombre, ya el
mismo nombre equivale a algo profundo de observación del mismo ser. ¿Por qué
decir un nombre cuando soy yo mismo el que escribe a mi misma oscuridad? Fácil
de describir difícil de relatar, incluso yo que estoy abrazado profundamente a
ella, su realidad y pensamiento conmigo mismo y el de ella difieren en ciertas
pautas de nuestra sencillez humana. Es difícil camuflarse con ella entre las
personas normales, aunque mas difícil es intentar fingir ser una persona
normal, ya que las mismas personas que se consideren así mismo normales son las
que realmente esconden algo de cara al público. Mi versión de ello se esconde
en una máscara, realmente no necesitaría usarla, pero dejar que los demás vean
como soy realmente es algo que causaría temor incluso en mis propios seres
queridos. La oscuridad es relativamente, la esencia de todo ser humano cuando
no necesita usar esa máscara, y es capaz de ser el mismo, aunque tenga
intención de ofender o de defenderse de la sociedad. Somos capaces de
presentarnos con un grado de mínima confianza al público, o incluso a las
personas, pero si ese grado de confianza aumenta, se corren riesgos, los
riesgos son innecesarios, pero a su vez son producto de nuestros temores
oscuros hacia las personas que conozcamos. Cuando conocemos a alguien si lo
denominamos especial, amistad o incluso aquello que llaman amor, profundizando
en esto último, y nos arriesgamos, acabaremos siendo descubierto y quitándonos
nuestra máscara. Si esa misma máscara que la otra persona ha sido capaz de
arrancarnos con sus palabras y su lógica atemorizante, y ve nuestro verdadero
ser, posiblemente sin tener en cuenta los sentimientos u razones, nos acabará
rechazando. Nadie quiere quitarse una buena cara en sociedad, pero peor es que
nos desenmascaren, peor es correr un riesgo innecesario para que el mismo, no
sea razón de sentimientos. Existen, aunque creamos que no, los sentimientos
crecen, una mirada, un saludo, y por último, el mas incapaz y falso de todos
ellos es una sonrisa. Si los mezclamos adecuadamente, somos capaces de
integrarnos en un túnel el que nos guía inadecuadamente por un camino que hemos
escogido por nuestra propia decisión. ¿Es este el camino correcto?¿El que
tenemos que escoger por obligación? Creo que es un camino equivocado, en el
mismo no seremos capaces de conocernos, de auto evaluarnos, ni de recibir la
estructura social adecuada, al contrario estaríamos destruyéndonos a nosotros
mismos por un fuerte criterio establecido por la sociedad, siguiendo unas
pautas, que la misma ha creado obligatorias para un mundo de cristal que
deberíamos ser capaces de romper para un bien común con uno mismo y tener un
pensamiento mas abierto, respecto a lo que nos ofrece, y nosotros somos capaces
de diferenciar con nuestro criterio.
Quizás
lo que intentamos establecer es un punto fuera de nuestras pautas, para diferir
en lo que nuestra mente quiere. No es oportuno correr un riesgo innecesario, al
igual que no lo es asumir las pocas responsabilidades que a una temprana edad
vienen ellas solas a por nosotros sin tener posibilidad de escapar en el
momento. La noche enseña, la oscuridad absorbe. ¿Realmente productos de nuestra
imaginación por luchar contra la soledad de uno mismo? ¿O es aquél sentimiento
de adaptación que nos rechaza por pensar diferente? Discrepar de ello es lo que
me ha dado a pensar en la diferencia de una pequeña luz, a abrazar algo oscuro
e interactuar con ello. Obligando a mi propio ser a una diferencia entre la
sociedad y la ética y moral que establezco, rectificando con una máscara que
dejo ver, y temo que quiten, es una actitud inadecuada para mí mismo. Los
pensamientos, al igual que las ideas, tienen que ser ordenados, y aplicados en
concepto de realidad. No puedes hablar sin pensar anteriormente lo que dirás,
hablar sin sentido, un acto recíproco que establezco para no descubrirme,
contradictorio, pero mas que cierto ha sido en mi última ocasión. Aplicando una
lógica cegada, he sido capaz de caer en lo que anteriormente tuve, lo que no
quiero tener, y lo que quiero lejos de mi alcance para mí mismo. ¿Qué es lo que
anhela todo ser humano? ¿La fama, dinero una vida de lujos? Realmente son
deseos inalcanzables, prefiero aferrarme a una realidad que me dé la espalda, a
parecer una persona vacía internamente es algo con lo que nunca estaría de
acuerdo. Incluso aquellos que anhelen dinero, obtendrán desgracias, es la danza
del ser humano contra un mismo diablo que está esperándolo en su tumba con el
fin inalcanzable de erradicar un error
humano que cometen muchísimos y la lección no es aprendida, recordando el
proverbio de que siempre se tropieza dos veces con la misma piedra, aunque en
este caso han sido millones de veces de tropiezo.
Yo mismo
he tropezado, cayéndome en lo que estoy, pero si la capacidad de asimilación no
es la propia, de nada va a servir aprender, de los errores de uno mismo, y de
los demás. El resentimiento, es algo de lo que carezco, pero las mismas
personas usan el resentimiento para causar daño y dolor a otras, teniendo en
cuenta sus propios motivos, que bastantes veces son inconclusos para las
mismas. Pero cada ser humano, usa mas la capacidad de destruir a otro, u
cualquier cosa, que la creatividad, puesto esta última es perdida mientras
sucumbimos a los años según vayan pasando. Errores nos llenan, raramente el
aprendizaje de estos mismos somos capaces de averiguar, y aunque perdonen a los
mismos nunca se olvidarán de ellos, puestos están siempre, no es algo que se
pueda cambiar. Una vez intenté reparar un error cometido, un resultado
desastroso y daño fueron mi recompensa por volver atrás, donde no está de mas
mirar y actuar, pero siempre estaría de menos la ignorancia relativa de cada uno de nosotros.
La
ignorancia, es la felicidad de los mismos, ignorando lo que nos rodea, somos
capaces de hacer una burbuja en nuestro estado, que si la misma es rota, nos
empezaremos a tambalear, al igual que la propia balanza que elegimos de
destino. Destruirla, es imposible, pero dudarla es peor todavía, puesto el
rumbo no será el correcto, y estaríamos desequilibrando nuestro yo interior de
lo que hemos conseguido, o que han querido conseguir de nosotros.
Un
estado de felicidad, es próximo a nuestros objetivos que queremos alcanzar, o
hemos alcanzado, y ahora por desdicha, al tenerlos, la importancia a los mismos
son menores. Las personas entre sí, hacen eso, realmente es inconcebible en mi
mente, recalcando que esto no es felicidad, es una objetividad, que es capaz de
llenarnos interiormente, cumpliendo un objetivo vació de saciedad incansable,
despertando otra vez cada cierto tiempo, y cumpliéndose un ciclo. Al igual que
el león, el ser humano acecha, conoce, y caza, pero intenta el no ser nunca
cazado, comparándolo con el animal y su propio chacal para darle un resultado inesperado, y volver a cumplirlo
cada cierto tiempo, el que nunca es capaz de acabar.
Inalcanzable,
pero casi descrita es la oscuridad, aferrarse a ella, y conocerla es un paso
que no se debe de dar al pensar, si no aprender al escuchar, y desenfocarla en
una base, sin cumplir sus rasgos, puesto, que al carecer de sentimientos, es
incapaz de comprender a un ser, que ocultándose y queriendo pasar sin atención
pública, es capaz de reconocer y abrazar la situación que el mismo y ella han
sido capaz de establecer.
Ahora ha
empezado, mi historia empieza, si sois capaces de seguirla, os adentraré en mis
pensamientos nuevamente, pero si llegáis hasta aquí, y no habéis sido capaces,
daros otra oportunidad, puesto el descanso mental es algo que todos
necesitamos, y no carecemos.
Bienvenidos
a mi oscuridad, bienvenidos a mi oscuro pasajero.
Fin del
prólogo del oscuro pasajero
Joder tío, como te entiendo. Me he visto plasmado en ese texto
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